La atención es una cualidad del aliado interno,
esa parte nuestra que busca nuestro bien. La atención pura ayuda a tomar
conciencia, a encontrar sentido, a "empaparse" de la vida y, lo más
importante: nos trae conscientemente al presente.
Cuando estás deprimido te sientes "ido", ausente, te cuesta prestar atención a algo. Tu pensamiento
vaga sin control por ideas oscuras sobre el pasado y el futuro, y esas ideas y
sus sensaciones son tan fuertes, que te sientes como perdido de ti, "no te hallas", no sientes tus plantas sobre el presente. En realidad, no te sientes totalmente vivo.
El presente es el único “lugar” en el que estar presentes.
No existimos en ningún otro instante futuro ni pretérito. Nuestra presencia, el
hecho de “estar presentes” es la existencia real: la vida. Poner la atención en
este instante significa también tomar conciencia de estar vivos.
Lo que nos aleja de nuestra presencia en la vida, de
la percepción del presente, nos aleja también de la alegría, la motivación, la
esperanza, la fortaleza, la vitalidad...
Al contrincante lo reconocemos por su tendencia a
sacarnos del presente (¡de la vida!). Nos inquieta con ideas y pensamientos
turbios que vienen del pasado, y nos confunde con la preocupación
por un futuro que no existe todavía.
El "no estar presente" es tan común que
alarma. No se hacen estadísticas de los suicidios, pero es sabido, por ejemplo, que anualmente hay muchos más que fallecidos en las carreteras. Algunas personas están realmente mal, y millones no estamos bien.
La
causa de tanto sinsabor es el estrés, la prisa, las exigencias de la sociedad,
de la tecnología, la "desnaturalización", los millones de estímulos que recibimos diariamente, el exceso de frentes abiertos... Es muy probable que nuestro cerebro no esté
preparado para tanto exceso. Estamos tan ocupados en hacer que nos estamos
olvidando de que somos. Necesitamos recuperar nuestra humanidad con urgencia.
Unos minutos de atención consciente en el instante
presente, en la respiración, en lo que el cuerpo siente, en lo que los ojos
ven, en lo que los oídos escuchan, en lo que la piel percibe... nos conecta con
el presente inmediato. En realidad nos lleva a la vida, desde donde la visión de
nosotros y del mundo es muy diferente a la visión desde el estrés o la
preocupación.
Los ejercicios de atención consciente nos conectan
con la sensación de estar vivo, nos suben el estado de ánimo y nos sitúan en
una posición en la que la luz del día parece más brillante.
La atención es una cualidad del presente, y por
tanto tiene nuestra "presencia". Sólo cuando estamos presentes y
atentos estamos realmente vivos, estamos alineados a nuestro aliado interno, el
que procura una vida saludable al ser que somos, apoyado por la Naturaleza sana
a la que pertenece: la misma que tiene el árbol que crece fuerte y da frutos
sanos y completos.
Gracias por estar ahí. Te deseo todo lo mejor.
María Calandria
COACHING MADRID
Gracias por estar ahí. Te deseo todo lo mejor.
María Calandria
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