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jueves, 12 de julio de 2012

LOS TESOROS MÁS PROFUNDOS DEL COACHING



Se dice que la humildad es la única cualidad que pierdes en cuanto la mencionas, y también es cierto que es una palabra con connotaciones etimológicas propias del diccionario ideológico del Contrincante Interno Colectivo (también presente en la R.A.E.!) Por ejemplo, humildad, una palabra tan fundamental para la solidaridad y el crecimiento, comparte raíz y energía lingüística con "humillación". Me quedo, sin dudarlo, con la definición de la humildad de Swami Muktananda, maestro de la India. 


“La humildad es el reconocimiento sereno
de la propia grandeza y la de los demás”.

El reconocimiento sereno de algo es contrario a cualquier tipo de orgullo. El orgullo nunca es sereno. Me parece maravilloso el nuevo paradigma sobre la humildad que representa esta definición. Es tan noble, tan elevado, que alza la humildad muy por encima de la comparación, la pequeñez o la humillación.

Así se entiende la humildad desde el coaching: el reconocimiento sereno de la grandeza del ser humano, representada en ti y también en tu coach. La grandeza en el coaching tiene un sentido profundamente espiritual, y nada tiene que ver con delirios de poder o metas netamente materiales. 

De nada te sirve alcanzar objetivos si no te descubres grande y creces en el éxito -personal y/o profesional- durante el camino. El coaching te guía y conduce desde el entorno del éxito, cuya clave sólo puede estar en el presente, el instante en el que sucede la vida. Todo lo demás es perseguir la vida, como el caballo que persigue incansablemente la zanahoria que pende de su frente. 

Cabe recordar que los precursores del coaching (también conocido como coaching americano, antecesor del coaching europeo) fueron Timothy Galwey  y Thomas Leonard T. Galwey dedica su libro “El Juego Interior del Tenis” a su maestro espiritual en India. Por otro lado, el autor favorito y fuente de inspiración de T. Leonard era Deepak Chopra:  (1*) 

(1*)  Cuando en 2003 comenzaron a surgir tantas ideas confusas sobre el coaching debido al intrusismo y oportunismo que emergía en este nuevo mercado, ofrecí mi primer taller de Coaching Transpersonal en las instalaciones de AEDIPE.  Como precursora Internacional del Coaching Transpersonal me permití rescatar los tesoros más profundos que había  descubierto del verdadero coaching, devaluados y tergiversados por algo que, en demasiados casos, se ofrecía como coaching y no lo era.  

Otro aspecto de la humildad del coaching es su visión desde el sentido y sentimiento de humanidad. Tú y yo estamos unidos como seres humanos, nos caemos y nos levantamos, nos equivocamos y aprendemos, retrocedemos y avanzamos... Tú y yo somos perfectos en nuestra imperfección, y a partir de esa aceptación  el contrincante interno baja la guardia y damos diez, quince, veinte pasos hacia delante.

Nosotros, los coaches, te ayudamos a descubrir y a reconocer tus avances, cualidades, logros, habilidades... y también a aceptar y a convivir en paz con tu perfil más humano.  Lo que se resiste, persiste, y el contrincante interno es un experto cuando se trata de enmascararse bajo las resistencias. ¿Y qué es lo contrario a resistirse? Aceptarte como ser humano y fluir partiendo de ello. Saca todo el jugo a esta idea  y descubrirás más tesoros del coaching. 

Opino que es realmente positivo que el coach se muestre tal como es, y que sea un ejemplo de aceptación de su propia humanidad. Incluso, que en momentos puntuales comparta algo suyo que muestre que es vulnerable, que se traiciona a sí mismo en algún aspecto, que se culpa por algo, que necesita de otros, o que se equivoca... (2*)

(2*)“El acierto y el error son los caminos naturales del aprendizaje”, aunque el diccionario ideológico del Contrincante Interno Colectivo también haya metido baza en el sentido y significado del error como algo inaceptable, cuando es simplemente una característica natural del ser humano, absurdamente desprestigiada y desconsiderado su sentido como camino del aprendizaje.)

La humildad del coach está en la sencillez con la que se muestra ante ti; es igual a ti y está a tu misma altura. Además, se entrega a tu causa con total intención y atención, y permite que desaparezca de su mente cualquier creencia propia, jucio, ideas preconcebidas... Se brinda a ti en cuerpo y alma.

Coach y coachee son dos iguales, dos seres humanos vulnerables, como todos, y potencialmente grandes, como todos. Hay un sentido profundamente espiritual dentrás de todo esto, una unión y comunión difácil de transmitir en el mundo actual del marketing y la publicidad. 

El coach no sabe más que tú ni está ahí para aleccionarte de nada.  Su misión es ser espejo de la mejor versión de ti mismo y “desaparecer” en un sentido realmente amplio. Su tiempo, su espacio, su intención, están totalmente entregados a ti, a tu vida y a lo que a te importa. Su vocación es ayudarte a crecer, y con ella también descubre lo mucho que aprende y crece mientras te apoya y se convierte en el socio más leal a ti y a tu objetivo.  

El coach ejerce como ser humano si quiere ejercer como coach profesional. El coach es un ser humano igual que tú.

Esta es una obviedad profunda que descarta la idea del coach como consejero, mentor, salvador o alguien en algún tipo de “estado” superior al tuyo. Es una lástima que muchísimos de estos se hayan colado en el terreno del coaching, haciendo –con otro nombre- lo que venían ofreciendo ya las grandes consultoras: estudios, diagnósticos, consejos, soluciones...

Muchos de estos falsos coaches han surgido desde las grandes consultoras,  y en demasiados casos no tienen ni idea de lo que es el coaching, aunque lo vendan a sus grandes clientes a precios millonarios.

Coaching Madrid –en este caso, María Calandria- siempre divulgará y defenderá el principio socrático como base y pilar fundamental del coaching (auténtico); es decir, el coaching tal como nos transmitieron y enseñaron sus precursores:

“TU ERES EL EXPERTO EN TODOS LOS ASUNTOS
QUE CONCIERNEN A TU VIDA”

Esta máxima llevada al descubrimiento y a la acción es la clave del éxito y prestigio del coaching.  

El coach no conoce tus soluciones, y si cree que las conoce será mejor que se olvide de ello si quiere hacer coaching contigo.  En algún caso puede sugerirte, pero nunca te dice lo que tienes o debes hacer.

Desde el coaching se entiende que la fuerza y el valor a largo plazo los obtienes de tus descubrimientos y experiencias, no de los consejos de otro. Nada ejerce un control real sobre ti, eres el dueño absoluto de ti mismo. 

Nada “cala” hasta que lo descubres, tomas conciencia y lo comprehendes... La misión de tu coach es que cada día te sientas más tú, más fuerte, más capaz, más autónomo, más vital, más responsable, más coherente contigo mismo, y por todo ello mucho más libre. Todo esto podría resumirse en dos palabras: confianza y respeto. Ambas en su alcance más profundo y valioso. 





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