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viernes, 30 de septiembre de 2011

¿FLUYES O TE RESISTES?






Quienes consiguen extraer disfrute de sus desafíos, no destinan sus energías "a dominar el entorno", sino a encontrar una manera armoniosa de funcionar dentro de él. A eso lo llamamos “fluir”.


¿Te ha pasado alguna vez que hayas decidido hacer algo y todo parezca que se pone de tu parte, fluyendo con facilidad hacia lo que te has propuesto?


¿Y te ha pasado también alguna vez que hayas decidido algo, realizar una acción, ir a alguna parte, ver a tal persona... y te has encontrado con un obstáculo tras otro, hasta que al final has desistido, rindiéndote ante la evidencia de que no era posible en ese momento?


Creo que la vida nos va dando señales en forma de "causalidades". Si estamos atentos nos ahorraremos más de un intento inútil y más de una frustración. Te sugiero que aproveches en cada momento lo que te toque vivir, sin resistirte en exceso.


Emplea la misma energía en actuar en dirección a lo que buscas y en fluir con lo que se te va presentando; en el equilibrio entre estas dos fuerzas está el camino que nos impulsa hacia delante. Las resistencias nos bloquean y nos ponen más obstáculos.


Imagina que estás preparando un trabajo importante y que el ordenador te falla y no te permite continuar. Puedes sentirte frustrado, resistirte a la idea, enfadarte y bloquearte. También puedes –aparte de llamar inmediatamente a un técnico- decidir emplear el tiempo en otra cosa, iniciar otra actividad o hacer un descanso para después empezar algo nuevo y diferente, mientras se soluciona el problema de tu ordenador. 


No se trata de hacerlo porque no queda más remedio, sino de tomar parte en ello y decidirlo así. Puedes decirte a ti mismo:


“Parece ser que no es el momento para continuar
con este proyecto. La vida me obliga a parar,
y me empuja a cambiar de actividad 
y enfoque por un tiempo. 
Voy a emplear esta circunstancia de la mejor manera.”


Después decides cuál es la mejor manera para ti de emplear ese tiempo, ese paréntesis obligado, y actúas en consecuencia, sin pensarlo más.

Es fundamental evitar la frustración o la sensación de adversidad cuando nos enfrentamos a un problema que presenta obstáculos.

Es mucho más efectivo, positivo y útil, ampliar la visión para descubrir soluciones alternativas que, aunque sean peores de lo que uno quisiera, seguro que son mejores que dejarse hundir por las dificultades.

Con el tiempo, es bastante común descubrir que tales obstáculos no eran tan grandes. 

jueves, 29 de septiembre de 2011

SOBRE LOS NEUROPÉPTIDOS: las encimas de los hábitos mentales



El lobo blanco y el lobo negro, la mejor versión y la peor versión de cada uno. ¿Sabías que el "lobo negro" es un asunto biológico y químico? Los neuropéptidos son unas encimas neuronales que nacen y se alimentan de nuestras inclinaciones, convirtiéndolas en hábitos. Es su modo y medio de sobrevivir en nuestro cerebro, de crecer y multiplicarse.


Si cambiamos nuestros pensamientos negativos -neuropéptidos negativos- por positivos, podemos llegar a cambiarlo todo en nosotros (existen teorías, incluso, sobre el cambio en el ADN).

Si "alimentamos" al lobo blanco, mientras ignoramos al negro, este último morirá por inanición. Luchar contra él directamente es lo peor que podemos hacer. Porque "lo que se resiste, persiste".

Al lobo negro le encanta la lucha. Con ella se carga de la energía que necesita para adquirir más poder (biológico-neurológico). Las encimas que se activan cuando luchas contra algo, son de la misma cualidad y categoría de aquello contra lo que luchas. Es así de sencillo. Por ejemplo, la mejor manera de cambiar algo en ti, empieza por no juzgarte duramente por ello. 

Mantén el pensamiento y la intención enfocados en tu mejor versión, y algún día te convertirás en ella por completo, cuando las encimas que corresponden a "tu peor versión" deshagan su "partido político" por incomparecencias, y echen el cierre dentro de ti. Si de verdad lo quieres, puedes convertirte en tu mejor versión para siempre.

El contrincante interno (lobo negro, yo pequeño, ego, etc.) desea lo más importante del cerebro: la identidad. Es capaz de engañarte absolutamente y darle muchas, muchas vueltas a las cosas, con tal de sobrevivir, crecer y convertirse en el "partido mayoritario", para gobernarte desde una falsa "identidad" que te hace creer que es la real, a través de mil artimañas elaboradas por tu misma inteligencia, con tu propia capacidad. ¡Te engaña mejor que nadie porque está en tu cerebro!

Sabemos que la verdadera Identidad es el "lobo blanco", porque es esa parte nuestra que busca, naturalmente, el auténtico bien del individuo completo. Es la parte que contribuye con lo mejor para el sistema biológico en el que vive: el ser humano. Eso eres. 

No eres esa otra "entidad" que dice: "No puedo, no valgo, es muy difícil, no me lo merezco, siempre me equivoco, soy idiota, es mejor desconfiar... etc. "Eso" también te impulsa a preocuparte por tus problemas, en lugar de centrarte en solucionarlos; y puede que no cuide bien de tu alimentación, ni de tu salud física y mental; y te mete en conflictos que después lamentas; y te recuerda todo lo que te falta y lo que haces mal. 

Eso que te hace sentir bien, esta alineado contigo. Es tu aliado. En realidad es tu verdadero yo. Todo lo que te hace sentir mal, pertenece al contrincante.

El coach es el gran aliado del Aliado Interno. El coaching es un manjar para el Lobo Blanco. Por eso el coaching es una vocación tan maravillosa y necesaria. 

Feliz noche. Un abrazo.


Si quieres, pincha aquí para leer un artículo que escribí sobre el tema de los neuropéptidos: Las Moléculas de la Felicidad

miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL LOBO BLANCO / EL LOBO NEGRO (cuento breve)

Quiero compartir un cuento sencillo y valioso. Me lo contó un chamán. Es un cuento del Amazonas.


Este es el relato del lobo blanco y el lobo negro:

Un sabio abuelo indígena, de una tribu del Amazonas, charlaba con sus nietos a la orilla del rio acerca de la vida. Uno de ellos le pidió al sabio anciano que compartiera su sabiduría y que les enseñase lo más importante sobre la vida, de modo que fuera fácil de entender para los niños.

Él les dijo: - ¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de cada ser humano!... ¡Es una larga pelea entre dos lobos! Uno de los lobos es temor, ira, envidia, orgullo, dolor, rencor, desilusión, avaricia, culpa, resentimiento, inferioridad, egolatría, competencia, limitación, desconexión... 

-El otro lobo es Sensibilidad, Bondad, Alegría, Paz, Amor, Identidad, Honestidad, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Amistad, Fidelidad, Entusiasmo, Generosidad, Benevolencia, Perdón, Empatía, Verdad, Valoración, Compasión, Reconocimiento, Aceptación, Fe... 

- ¡Y Esta misma pelea está ocurriendo dentro de nosotros y dentro de todos los seres humanos! 

Los nietos pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó al gran abuelo sabio: 

- ¿Y cuál de los dos lobos crees que ganará la pelea? A lo que el abuelo simplemente respondió... 

martes, 27 de septiembre de 2011

Toma de conciencia, elección y acción: las claves de cualquier cambio




En el coaching en general y en el coaching transpersonal en particular, la toma de conciencia es el principio y la base de un proceso de coaching personal, ejecutivo y de cualquier otro tipo de coaching.


Los coaches comenzamos por ayudarte a tomar conciencia de quién eres. Cuando empiezas a darte cuenta de quién eres, también empiezas a darte cuenta de lo que realmente quieres, y muy cerca está el camino para descubrir la forma exacta que tiene para ti eso que deseas y el modo de alcanzarlo.

El coaching te ofrece un "traje a la medida". Cada proceso de coaching es distinto porque cada ser humano es único. Por otra parte, cada ser humano también es diferente con respecto a sí mismo, según su momento y circunstancias. 

Por definición, el coachee es alguien cambiante, que va creando su propio camino y avanzando por él con el acompañamiento y guía de su coach. El coach precisa de una mente abierta, respeto, intuición, ganas de ayudar y capacidad para fluir con el coachee, sin condicionarle, aconsejarle y, por supuesto, sin juzgarle en ninguna situación.

Así es como un verdadero coach siempre te lleva por el camino hacia ti mismo para que descubras quién eres, qué quieres, qué deseas hacer con ello, (para qué lo quieres) y después te encamines hacia tu objetivo hasta alcanzarlo.

La toma de conciencia es fundamental pero no suficiente en el coaching. Las claves siguientes son la responsabilidad personal, la elección consciente y la acción.

Una vez se van descubriendo velos, necesitas hacerte responsable de ti mismo y elegir entre las alternativas que descubras. Esas elecciones siempre van a implicar acciones para ti. Porque si siguieras haciendo lo mismo seguirías obteniendo los mismos resultados que hasta ahora, y uno contrata a un coach para que algo mejore, cambie o se transforme.

¿Qué puede ser una acción en el marco del coaching? Cualquier cosa, incluida la no-acción consciente. Un ejercicio de cualquier índole; un paso físico, mental, personal, emocional, intelectual, espiritual... Puede que por eso esté tan extendida la falsa idea de que el coaching es "una mezcla de técnicas y herramientas". 

Para acometer las acciones, para dar pasos y avanzar entre sesión y sesión de coaching, podrás recurrir a las herramientas que elijas, y puede que tu coach tenga algunas para compartir contigo, pero el coaching es lo que sucede durante las sesiones; cuando descubres, tomas conciencia, te responsabilizas, eliges y te comprometes con la acción. 

El coach actúa como espejo de tu potencial, valores, habilidades, méritos... Y tú eliges libremente, sin ningún condicionamiento, mientras tu coach te brinda cualquier posibilidad factible. Dicen, y dicen bien, que en el diccionario de coaching no existe la palabra imposible. Desde esa conexión de libertad, el compromiso con la acción es natural, y la acción también. Todo parte de la sesión: de la comunicación única y bien diferenciada del coaching.

La toma de conciencia se refuerza con las acciones en la dirección elegida, la dirección se va afinando gracias a la toma de conciencia que sigue aportándote el coaching. 

Cuando tú te descubres y empiezas a cambiar algo de lo que quieres cambiar, entras en un círculo virtuoso que cambia tu vida. 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

FELIZ VUELTA














Aquí estamos todos, avanzando por septiembre. "¡La Navidad casi a la vuelta de la esquina!", medio exageraba un amigo, expresando que el tiempo para él (¿y para quién no?) cada vez pasa más deprisa...


Por lo que veo, oigo, y vivo, este es un momento muy difácil para casi todos. Después del parón interno y externo del verano, retomamos el camino de las rutinas, los deberes (o los "debería"), los retos, las preguntas...

¿Estamos dispuestos a coleccionar nuevos fascículos de crisis? A lo peor tenemos que tragarnos la crisis como viene, con el paro, las restricciones, las preocupaciones, la inseguridad y el miedo... Puede que muchas cosas no estén en nuestras manos, pero aceptar la idea de comprar, mes tras mes, sus fascículos de impotencia y alarma, es otra cosa.

En el mundo nos "distraemos" con lo que es sólo la consecuencia de una crisis mucho mayor, la base fundamental de lo que ha ocurrido y está ocurriendo. La crisis de los valores humanos.

Están en crisis grave la honestidad, la generosidad, la solidaridad, la compasión, el contento, la confianza, la valentía, la gratitud, la igualdad, la naturalidad, la bondad, el respeto, y un larguísimo etcétera.

Los valores sí que están en nuestras manos. Es de necesidad -puede que sea nuestra salvación- recuperarlos con todo su esplendor, como sabemos que existen, y movernos, actuar, cada uno desde su pequeño o gran espacio, en la medida en que se pueda, al alcance que se llegue, y apoyar la esperanza y el sabio deseo de Albert Einsten: "ESTÁ CLARO QUE NUESTRA TECNOLOGÍA HA SUPERADO A NUESTRA HUMANIDAD. CONFIO EN QUE UN DÍA NUESTRA HUMANIDAD SUPERE A NUESTRA TECNOLOGÍA".

Parece ¡difacilísimo!, más aún en un momento tan crítico en todos los aspectos, a todos los niveles y en todos los lugares. Sin embargo, "a grandes males, grandes remedios". Más que nada porque no nos queda otra. Tengamos en cuenta que, muy probablemente, aunque sea "sólo por hoy" -como nos enseñó Louise Hay- somos capaces de afrontar lo que venga.

Busca la serenidad dentro de ti, evalúa y decide lo que esté en tu mano hoy. Actúa (o no actúes) y evita pensar de más en la palabra "crisis" y en todo lo relacionado con ella que te afecte (a no ser que esté en tu mano alguna solución). Céntrate en tu intención, en tu capacidad, en tus valores; en la forma de extraerlos de ti de un modo u otro, en cualquier parte y circunstancia.

¿Cómo te sentirás cuando, a pesar de todo, saques lo mejor de ti? ¿Crees que actuar desde tus valores alimentará tu confianza? Parafraseando a Churchill: la verdadera valía de una persona se muestra en sus momentos de crisis.

Aprovechemos esta oportunidad para centrarnos, más que nunca, en los valores del ser humano, extraigamos la mejor versión de nosotros mismos y estemos muy atentos y receptivos para descubrir y valorar la mejor versión del otro. Nos lo deseo de todo corazón. Feliz vuelta.

Majadahonda, Madrid