Quienes consiguen extraer disfrute de sus desafíos, no destinan sus energías "a dominar el entorno", sino a encontrar una manera armoniosa de funcionar dentro de él. A eso lo llamamos “fluir”.
¿Te ha pasado alguna vez que hayas decidido hacer algo y todo parezca que se pone de tu parte, fluyendo con facilidad hacia lo que te has propuesto?
¿Y te ha pasado también alguna vez que hayas decidido algo, realizar una acción, ir a alguna parte, ver a tal persona... y te has encontrado con un obstáculo tras otro, hasta que al final has desistido, rindiéndote ante la evidencia de que no era posible en ese momento?
Creo que la vida nos va dando señales en forma de "causalidades". Si estamos atentos nos ahorraremos más de un intento inútil y más de una frustración. Te sugiero que aproveches en cada momento lo que te toque vivir, sin resistirte en exceso.
Emplea la misma energía en actuar en dirección a lo que buscas y en fluir con lo que se te va presentando; en el equilibrio entre estas dos fuerzas está el camino que nos impulsa hacia delante. Las resistencias nos bloquean y nos ponen más obstáculos.
Imagina que estás preparando un trabajo importante y que el ordenador te falla y no te permite continuar. Puedes sentirte frustrado, resistirte a la idea, enfadarte y bloquearte. También puedes –aparte de llamar inmediatamente a un técnico- decidir emplear el tiempo en otra cosa, iniciar otra actividad o hacer un descanso para después empezar algo nuevo y diferente, mientras se soluciona el problema de tu ordenador.
No se trata de hacerlo porque no queda más remedio, sino de tomar parte en ello y decidirlo así. Puedes decirte a ti mismo:
“Parece ser que no es el momento para continuar
con este proyecto. La vida me obliga a parar,
y me empuja a cambiar de actividad
y enfoque por un tiempo.
Voy a emplear esta circunstancia de la mejor manera.”
y enfoque por un tiempo.
Voy a emplear esta circunstancia de la mejor manera.”
Después decides cuál es la mejor manera para ti de emplear ese tiempo, ese paréntesis obligado, y actúas en consecuencia, sin pensarlo más.
Es fundamental evitar la frustración o la sensación de adversidad cuando nos enfrentamos a un problema que presenta obstáculos.
Es mucho más efectivo, positivo y útil, ampliar la visión para descubrir soluciones alternativas que, aunque sean peores de lo que uno quisiera, seguro que son mejores que dejarse hundir por las dificultades.
Con el tiempo, es bastante común descubrir que tales obstáculos no eran tan grandes.