Después de casi quince años dedicándome al coaching todavía muchos me preguntan qué es exactamente. Ha tenido una divulgación confusa debido al anglicismo del término, a que presenta una perspectiva novedosa y al oportunismo que ha despertado en el mercado. Una lástima… Esto nos hace trabajar y luchar doblemente a quienes hemos invertido en formación, investigación, reciclaje y experiencia práctica del coaching puro, sin mezclas ni añadidos.
El coaching es un método de comunicación que lleva a la
acción, al cambio práctico y beneficioso en la vida de una persona (sana). Esta
comunicación se basa en un diálogo entre coach y coachee (o cliente de
coaching) que propicia la toma de conciencia,
la responsabilidad personal y el compromiso con la acción. La acción
siempre implica un movimiento, un cambio, una novedad; un paso hacia lo que el
coachee pretende conseguir/alcanzar, o la salida de un bloqueo para poder
trazar y seguir el camino deseado.
Podríamos decir que el coaching es: una conversación(*)
interesante y productiva, básicamente fundamentada en la escucha y la pregunta,
(por parte del coach) y la toma de conciencia y el compromiso con la acción (por
parte del coachee).
(*) Me parece muy importante aclarar que en el coaching la
conversación es socrática; es decir, es
el otro quien tiene las respuestas para obtener aquello que necesita. El
coach le ayuda a descubrirlas. Por lo tanto, a un verdadero coach -cuando
desempeña la función de coach- se le
reconoce porque actúa como un anti-consejero, como un anti-consultor. La
función del coach es acompañar y guiar al coachee hasta lo que desea realmente,
estimular su motivación, ayudarle a descubrirse en el desarrollo de sus
habilidades, y decidir y actuar en base a sus propios valores y prioridades.
Para contar lo que es el coaching transpersonal (del que fui
precursora en 2003) quiero explicar lo que significa “transpersonal”, antes de
aclarar su conexión con el coaching como método de trabajo.
Transpersonal significa “a través de lo personal” o “más
allá de lo personal”, que "trasciende lo personal". Se refiere a un descubrimiento interno, a una experiencia
trascendental o espiritual que ofrece una visión más amplia de la realidad, un
sentido mayor de la propia vida y de uno mismo.
En el coaching transpersonal la conversación y la acción apuntan al último objetivo de
cualquier ser humano: ser más feliz, disfrutar de la vida mientras se actúa
para mejorarla o cambiarla. A través de la escucha y la pregunta, el coach
ayuda al coachee a descubrir todo lo que le hace sentir bien, sus “surtidores
de gasolina” particulares, sus fuentes de energía, sus ideales y motivaciones,
los valores en los que decide apoyarse y desarrollar su potencial. Los valores
del coaching transpersonal son patrimonio de la humanidad porque son
beneficiosos en la vida y evolución de cualquier ser humano, y porque promueven
la satisfacción y felicidad a la que éste siempre aspira, Algunos de estos valores son: El amor, la humanidad, la comprensión, la
ecuanimidad, la solidaridad, la nobleza, la honestidad, la liviandad, la
generosidad, el positivismo, la coherencia…
Otra aportación trascendental del coaching transpersonal es el descubrimiento del tiempo verbal y del lenguaje saludable,
como claves para transformar el propio pensamiento, visión, emoción y actitud,
para descubrir el potencial más elevado de uno mismo, la mejor versión del ser.
Añado aquí algunos ejemplos simples de preguntas del coach durante el proceso, tras
supuestas afirmaciones del coachee: “¿Vas a cambiar o ya estás cambiando?”, “¿Siempre
te equivocas o ahora has descubierto que estabas equivocado?” “¿Tienes que ir a
trabajar o cada día decides hacerlo?” (Eres libre, no “tienes que” ir, sino que
eliges hacerlo porque quieres evitar las consecuencias que conllevaría el no ir).
La libertad y la responsabilidad personal van de la mano y fortalecen la
identidad del coachee y mejoran la relación consigo mismo y con otros.
En el coaching transpersonal el coachee trasciende su
identidad habitual, la “casilla” en la que cree que anda metido o que lo
quieren meter. Descubre así una verdad más amplia, una visión más elevada de sí
mismo y un sentido más espiritual de la vida. El lenguaje es el vehículo
interno y externo que nos mueve desde lo que pensamos a lo que elegimos pensar,
después de discernir con ayuda del sentido común, (y del sentido del humor)
entre otras cosas.
La conversación transpersonal en el marco del coaching
ofrece una atención completa, una escucha activa y una comunicación natural y a la vez profunda, que
nos muestra el presente, la experiencia vital del ahora, y pone al alcance los muchos recursos y perspectivas que esta experiencia revela.
María J. Calandria / 4 de Octubre, 2016
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